Barrera de plástico extensible, robusta y ligera. Apta para perros pequeños y medianos. Fácil de instalar gracias a su conexión especial de rosca a presión. Para bloqueo de pasillos de hasta 107 cm
La barrera de plástico extensible Carlson es un accesorio
funcional y cómodo que puede ajustarse en anchura según se necesite y se monta fácilmente en varios pasos. Esta barrera para perros está
hecha de plástico resistente y duradero y es ideal para el uso diario. Puedes plegar la rejilla y transportarla fácilmente para ahorrar espacio al guardarla o viajar. Es adecuada para razas pequeñas y medianas, así como para otros animales pequeños, y tiene una altura óptima para bloquear el paso del perro, pero fácil de sarltar para los humanos.
Se fija fácilmente gracias a
una rosca a presión especial que sujeta la rejilla firmemente entre los marcos de las puertas o las paredes, sin necesidad de taladros. Los topes de goma evitan los puntos de presión para que no queden marcas.
Características:
- Barrera extensible de rejilla para perros pequeños y medianos
- Apta para marcos de puertas, pasillos y escaleras con una anchura de 71-107 cm
- Ligera, portátil y compacta
- Fácil montaje: extender a la anchura deseada, fijar entre las paredes mediante un sistema de tornillos (rosca a presión), sin herramientas, sin taladros
- Fabricada con plástico resistente: marco estable y rejilla de nido de abeja, apta para el uso diario
- Altura cómoda: los humanos pueden pasar por encima de forma fácil, pero mantiene contenidos de forma segura a perros de razas pequeñas
- Protege las paredes: los topes de goma protegen contra las marcas de presión en las paredes o el marco de la puerta
- Ocupa poco espacio al guardarla
- Color: gris
- Material: plástico
- Medidas:
- Altura: 59 cm
- Ancho: 71-107 cm
- Huecos de la rejilla: 4 cm
- Grosor de la rejilla: 3-5 mm
- Peso del artículo: 2,5 kg
Instrucciones de montaje:
Primero, extiende la barrera a la anchura deseada tirando de ambos lados. A continuación, levanta el pasador de bloqueo, coloca la rejilla en el lugar previsto y fíjala encajando el pasador en el agujero. Con la ayuda de la rosca a presión especial, apriétala lo bastante fuerte como para que la rejilla quede bien sujeta y no se mueva de su sitio.